Situado sobre una atalaya con miras al puerto de Barcelona, cuenta con unas vistas formidables. En el año 1715 se construyó lo que hoy se denomina castillo de Montjüic por Juan Martín Cermeño. Se consideró su cima lugar estratégico para defender la ciudad. También ha sido punto estratégico para mantener controlada la ciudad, junto con la fortaleza de la Ciudadela, en el otro extremo dentro del distrito. Ha sido utilizado como prisión de presos políticos durante la dictadura de Franco, y escenario de fusilamientos, como en 1940 el de Lluís Companys, entonces presidente de la Generalitat.
Internacionalmente se lo conoce por ser punto de referencia para la estimación de la primera definición de metro del sistema métrico decimal.
Vale la pena ir por las maravillosas vistas que hay de la ciudad de Barcelona, el puerto de Barcelona, Collserola, la costa del Maresme y el Baix Llobregat. Además realizan diferentes actividades para niños.
Dispone de una exposición permanente dividida en 4 áreas: la historia del castillo y su arqueología, los diferentes usos que se le ha dado, el castillo como enclave de defensa y represión en los s. XVII y XVIII, y por último su uso cómo prisión a finales del s. XIX y XX.
Además de la exposición permanente, también hay exposiciones temporales.